Un total de 141 personas, participantes en el programa de Empleo con Apoyo de la Federación Down Galicia, estuvieron contratadas en empresas ordinarias de su entorno durante el año 2017. Este dato constata la mejora, aunque lenta, en la inserción laboral de las personas con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales, ya que el número total de personas usuarias del servicio que contaron con una oportunidad laboral aumentó en un 11% con respeto al año anterior.
Aun así, solamente el 62% de las personas que conforman la bolsa de empleo de Down Galicia tuvieron acceso a un puesto de trabajo en este período. Este bajo porcentaje viene dado por la considerable subida en el número de participantes en el programa, que en esta ocasión ascendió a las 226 personas usuarias, dejando constancia de la importancia que las personas con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales le otorgan a tener un empleo. Y es que trabajar contribuye de manera eficaz a desterrar los tópicos que tradicionalmente se les atribuyen a este colectivo, resultando una manera sumamente eficaz de inclusión social.
A través de estas contrataciones, los trabajadores y trabajadoras pudieron adquirir experiencia en puestos tan variados como técnico en educación infantil, auxiliar de masajista, monitor de comedor escolar, promotor de productos, peón vinícola, marinero u ordenanza, entre muchos otros.
En cuanto a la distribución por localidades, se observa que fueron 56 personas las que trabajaron en este 2017 en la zona de Vigo, 17 en Pontevedra, 16 en A Coruña, 15 en Compostela, 13 en Ferrol y 12 en Ourense y Lugo, mejorando las cifras con respeto al año anterior en todas las localidades y demostrando de este modo la utilidad y la aceptación de esta metodología entre el tejido empresarial privado.
No obstante, el principal escollo para el colectivo de personas con discapacidad intelectual sigue siendo la inestabilidad y la temporalidad en las contrataciones. Así, las 141 personas que tuvieron una oportunidad laboral durante el pasado año contaron con un total de 168 contratos, lo que pone de manifiesto a corta duración de las contrataciones en muchos de los casos.
El contrapunto viene de la mano de las prórrogas de los contratos y de las transformaciones de los mismos en indefinidos, que se elevan a 16 y la 11 respectivamente, lo que demuestra el buen hacer de los trabajadores y trabajadoras en sus puestos de trabajo.
Destaca también el elevado número de prácticas laborales realizadas por los usuarios y usuarias de las entidades Down en Galicia (74), con las que refuerzan su motivación cara el empleo y mejoran sus habilidades socio-laborales. Sumando contratos y prácticas, casi el 80% de las personas usuarias del programa de empleo de Down Galicia contaron con una oportunidad en el campo laboral el pasado año.
Sin embargo, aunque se constata que los datos siguen una tendencia ascendente desde hace unos años, el acceso a un puesto de trabajo de forma normalizada sigue siendo uno de los grandes retos de las entidades que trabajan a favor de la inclusión laboral en la empresa ordinaria.
Acceso al empleo público
El Diario Oficial de Galicia publicó el pasado miércoles la adjudicación de plazas reservadas en exclusiva para personas con discapacidad intelectual, en la categoría de ordenanza. De las plazas ofertadas, una será para Jacobo Rey González, un joven con síndrome de Down miembro de Down Ourense, que considera este éxito “un sueño hecho realidad”.
Comenzó a prepararse en enero de 2015 y el de ordenanza es el tercer proceso selectivo al que se presenta. Durante meses, con la constancia por bandera, Jacobo dedicó muchas horas de su día a día al estudio de esta oposición.
El acceso al empleo público para las personas con discapacidad intelectual en general, y con el síndrome de Down, en particular, es una de las reivindicaciones históricas de la Federación Down Galicia.
La metodología Empleo con Apoyo
Desde el año 2002, las entidades Down en Galicia desarrollan el programa Empleo con Apoyo, diseñado para atender específicamente las necesidades y barreras que las personas con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales encuentran a la hora de intentar acceder al mercado laboral ordinario.
Este modelo se basa en un sistema estructurado de apoyos y acompañamientos para guiar a las personas demandantes de empleo a través de todo el proceso de inserción socio-laboral y asegurar su correcta incorporación al puesto de trabajo. De este modo, las personas que se incorporan a un puesto, cuentan con el apoyo de un preparador o preparadora laboral que se encarga de llevar a cabo una formación específica en el propio puesto de trabajo, para que el trabajador o trabajadora pueda ir adquiriendo progresivamente una adecuada ejecución de las tareas. El apoyo también se centra en la potenciación de la interacción social con los compañeros y compañeras de trabajo y en la mediación en la relación con ellos para que se desarrolle de manera positiva y natural.