Los grupos políticos que componen el Parlamento de Galicia rompen de manera rotunda con la crispación de la política española y aprueban por unanimidad una Declaración Institucional que reafirma su compromiso en la lucha contra la pobreza y la exclusión social, el odio y la aporofobia. La acción fue propuesta por EAPN Galicia -Red Europea Contra la Pobreza- con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, que se celebra el 17 de octubre.
La Declaración se aprueba en un contexto de crisis sanitaria, social y económica derivada de la pandemia por la COVID-19 y sienta las bases del trabajo a desarrollar en la nueva legislatura ante las personas en situación de pobreza o exclusión social. De hecho, se reconoce que ‘la crisis sanitaria de la COVID-19 afectó y está afectando de manera significativa a las personas y familias con los ingresos más bajos, con trabajos precarios y baja intensidad laboral y con otros factores de riesgo como la discapacidad, monoparentalidad, violencia machista (en especial por prostitución, trata o explotación sexual), etnia, personas mayores o con dependencia, población rural, migrantes o refugiadas’.
El texto reitera la urgencia de frenar la transmisión de la pobreza. En efecto, asegura que es ‘vital para el futuro demográfico de Galicia evitar la transmisión intergeneracional de la pobreza y que el 80% de las niñas y niños que hoy viven en familias en la pobreza estén condenados a sufrirla el resto de su vida, así como sus hijas e hijos’.
Los grupos parlamentarios tampoco olvidan el aumento de los discursos de odio y desprecio a las personas en situación de mayor vulnerabilidad: racismo, xenofobia, machismo, LGTBIfobia o aporobia (odio a las personas en pobreza). Apuntan que ‘los poderes públicos tenemos la responsabilidad de garantizar las medidas necesarias para reducir las desigualdades sociales, combatir la discriminación y favorecer el respeto, la tolerancia y la participación activa de todas las personas’.
Finalmente, la Declaración concluye reconociendo que ‘las personas no son culpables de su pobreza’, ‘nadie es culpable de su sufrimiento’, ‘ninguna persona es inútil’, y que ‘ni la pobreza ni la exclusión social se combaten de manera individual’; haciendo un llamamiento a ‘no caer en la ignorancia de los perjuicios, y de seguir avanzando en la inclusión urgente de las personas que no se encuentran en igualdad de condiciones para la consecución de una vida digna’.
En un gesto que confirma estos compromisos, el propio presidente del Parlamento, Miguel Ángel Santalices Vieira, recibió esta semana las demandas elaboradas por personas en pobreza o exclusión social en el último Encuentro Gallego de Participación.