Un paso al frente decidido y acorde a la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU para garantizar una educación inclusiva. Es lo que demandan las federaciones Down Galicia y Down España tras la aprobación en el Congreso de la nueva ley educativa LOMLOE. Las entidades solicitan que el Gobierno estatal y la Xunta de Galicia dejen atrás el miedo a la renovación pedagógica e inviertan en una educación de calidad para todo el alumnado, pues la gran mayoría de los alumnos con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales que asisten a centros ordinarios no recibe los apoyos necesarios.
Ambas organizaciones reconocen el avance que implica en lo relativo a favorecer la educación inclusiva la aprobación en el Congreso de la LOMLOE, conocida mediáticamente como ley Celaá. Sin embargo, consideran que no es suficiente, ya que la ley no garantiza una educación inclusiva de calidad y para todo el alumnado, ni el aporte económico necesario para llevarla a cabo. Por eso, Down Galicia y Down España piden al Gobierno que concrete sus intenciones de mejorar la inclusión del alumnado con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales a través de un Plan Nacional para la Inclusión Educativa.
Esta pretensión está más que justificada de acuerdo al ordenamiento jurídico vigente, pues España ratificó en el año 2008 la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, que obliga a garantizar el derecho a una educación inclusiva de calidad para todos los niños y niñas con discapacidad. La realidad es otra, la inmensa mayoría del alumnado con síndrome de Down, discapacidad intelectual o con necesidad de apoyo educativo no teniendo discapacidad alguna asisten a centros ordinarios sin recibir el apoyo, atención e inclusión que precisan y al que tienen derecho.
El sistema educativo necesita una revisión profunda: no se trata solo de incluir y hacer partícipe a todo el alumnado en los centros ordinarios, sino de ofrecer las garantías para una educación inclusiva real. Para ello, es necesario desarrollar nuevas metodologías y no centrar este nuevo modelo en los diferentes déficits del alumnado, sino en eliminar las barreras para el aprendizaje de todos los alumnos, con independencia de si tienen o no discapacidad. Se trata de crear un nuevo modelo de escuela centrada en las potencialidades del alumnado y no en sus limitaciones, para asegurar el progreso de todos y todas, con independencia de sus características.
La inversión para una educación de calidad, clave de la trasformación
España, tal y como se ha recogido en diversos informes del Comité de Seguimiento de la Convención de los Derechos sobre las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas, está lejos de conseguir la inclusión plena del alumnado con discapacidad. Y el problema no es solo la falta de dotación económica y de apoyos de los centros ordinarios, vital para lograr el objetivo, sino que también radica en una falta de voluntad y de compromiso a la hora de incluir a los niños y niñas con discapacidad en los centros ordinarios y en la carencia de planes de formación del profesorado para atender a la diversidad del alumnado.
Por otro lado, Down Galicia y Down España consideran imprescindible disminuir los ratios de alumnos por profesor, ya que un número elevado imposibilita una atención más personalizada, así como aumentar considerablemente la contratación de personal docente. El balance actual es un sistema educativo que va en contra de la tendencia de países pioneros a nivel educativo como Finlandia, que cuentan con ratios más bajos y con profesores de apoyo en el aula, además de una alta cualificación del docente para atender a todo el alumnado, con independencia de sus características.
La alta cualificación del profesorado requiere de una labor continua de formación e investigación en prácticas educativas inclusivas y pioneras que los mantenga preparados para realizar su labor profesional. Se trata de convertir al profesorado en agentes de transformación educativa en las escuelas. Algo que se considera primordial en aquellos países que están en estos momentos entre los mejores del mundo en materia de inclusión educativa. Solo así se logrará que profesores y alumnos, con y sin discapacidad, puedan beneficiarse de una escuela para todos y todas, de una escuela inclusiva.
Desde Down Galicia pedimos al Gobierno estatal y a la Xunta de Galicia que dejen atrás las inercias y miedos a la renovación pedagógica e inviertan en una educación de calidad para todo el alumnado, con independencia de sus características. La federación considera que es el momento de actuar con valentía, con respeto a las leyes y contar con el talento y conocimiento experto que tiene la comunidad educativa. Solo así se conseguirá que los niños y niñas con discapacidad reciban la educación de calidad que por derecho les corresponde.