El presidente del CERMI Galicia, Luciano Fernández, y la Secretaria Xeral de Igualdade, Susana López Abella, presentaron esta mañana la jornada “Mujeres con discapacidad cuidadoras” organizada por la Comisión da Muller del CERMI autonómico, de la que forma parte la Federación Down Galicia.
Luciano Fernández comenzó su intervención hablando de una unión que parece inseparable: la de mujer y cuidados, ya que “cuando hablamos de mujeres y cuidados parece que estos dos conceptos han estado siempre unidos, como se fuera un rol predeterminado para todas las mujeres, y que debe ser aceptado sin más. Imaginad entonces cuando hablamos de las mujeres cuidadoras con discapacidad. En estos casos, el rol de cuidadora se torna aún más complejo, y condena a la mujer a una doble discriminación”.
En este sentido, el presidente del CERMI Galicia quiso resaltar la necesidad de que haya voluntad para cambiar esta realidad porque aunque “podemos hablar de que existen herramientas legales que pueden tratar de cambiar esta situación, si no hay voluntad de cambio es muy difícil que la situación mejore”.
Por su parte, la Secretaria Xeral de Igualdade, Susana López Abella, incidió importancia de dar visibilidad a un tema que estaba en la sombra: las mujeres con discapacidad cuidadoras. “Tenemos un reto por delante, pero veo que en los últimos años hemos avanzado mucho y, por lo tanto, me pongo a vuestra disposición para continuar trabajando”.
El encuentro online contó con el testimonio de cuidadoras de personas con discapacidad, madres con discapacidad y mujeres con hijos con discapacidad pertenecientes a diferentes entidades de Galicia (Fademga, FAXPG, Down Galicia, Feafes, Fegadace, Fagal y Cogami) que dieron voz la este colectivo invisibilizado socialmente.
Por parte de Down Galicia participó María José Domato, familiar de una persona usuaria de Down Pontevedra Xuntos, que compartió su experiencia como promotora de la autonomía personal de su familiar con discapacidad.
Conclusiones de la jornada
Las intervenciones de la jornada quedaron resumidas en 8 puntos que resumen la situación de un colectivo invisibilizado socialmente:
- El papel de cuidadora sigue recayendo sistemáticamente sobre las mujeres.
- Las mujeres cuidadoras se ven en el deber de renunciar a un empleo, salario, estudios, etc., ya que la etapa de cuidadora dura toda una vida.
- Es común que estas mujeres pierdan su vida social y amistades, quedando aisladas.
- Ser cuidadora es una profesión no remunerada ni reconocida. No tiene horarios ni condiciones.
- En muchos casos, no se entienden (ni se atienden) las quejas de las cuidadoras, negándose la existencia de depresiones, demencias y todo tipo de problemas derivados del trabajo de cuidadora.
- El agotamiento de la cuidadora puede convertirse en una nueva enfermedad. ¿Quién cuida a la cuidadora?
- Solo recientemente se pusieron en marcha algunos programas de respiro, que son claramente insuficientes.
- El trabajo de las cuidadoras a tiempo completo supone un impresionante ahorro para las Administraciones, pues dejan en manos de las mujeres la atención domiciliaria. ¿Cuánto costaría atender en un solo día a todas las personas con discapacidad dependientes que actualmente están cuidando muchas mujeres en casa?
Finalmente, la periodista Isabel Quintairos, moderadora de la jornada, quiso finalizar haciendo un llamamiento: “Hay que cuidar a las cuidadoras. Hay que relevar a las cuidadoras. Y algún día, hay que pagar a las cuidadoras”.