El CERMI Galicia (Comité autonómico de Representantes de Personas con Discapacidad) acaba de demandar que se incluya a las personas usuarias de su red de centros de atención, todas ellas en situación de especial vulnerabilidad, en el Plan Gallego de Vacunación frente al SARS-Cov-2, al tiempo que demanda a la Xunta de Galicia que se cumpla con la orden establecida de grupos de priorización en el actual programa de inmunización.
El CERMI Galicia aglutina a las doce principales federaciones de discapacidad en el ámbito autonómico: Aspace Galicia, Autismo Galicia, Cegasal, Cogami, Down Galicia, Fademga Plena Inclusión Galicia, Salud Mental Feafes Galicia, Federación Alzheimer Galicia, Federación de Asociacións de Personas Xordas, Federación Galega de Dano Cerebral, Predif Galicia y ONCE. Estas entidades representan a más de 200.000 personas con discapacidad y, a su vez, reúnen a docenas de asociaciones de base que gestionan todo tipo de centros de atención diurna, residencial y ocupacional, y otros recursos de atención, formación, rehabilitación, orientación, etc., dirigidos a las personas y familias con discapacidad.
Desde el CERMI Galicia se quiere llamar la atención sobre la desigualdad creada en el actual programa, que incluye a las personas con discapacidad institucionalizadas en residencias (grupo de priorización 1), así como la aquellas dependientes grado III (grupo de priorización 4), dejando de lado al resto de situaciones de discapacidad y dependencia, que de manera sistemática presentan pluripatologías y otras situaciones que colocan su salud en situación de especial vulnerabilidad.
La situación de desigualdad se acrecienta con la inclusión en el programa de vacunación de los equipos profesionales de atención. El grupo de priorización 3 incluye en el apartado 3B la “otro personal de ámbito sanitario”, de manera que se cubre a las profesionales, pero no a las personas usuarias de los centros, relegándolas la una situación de vulnerabilidad altamente preocupante, con diversas repercusiones no solo a nivel de riesgo de contagio por coronavirus.
Las entidades miembro del CERMI Galicia han detectado un abandono de la asistencia a los centros por miedo a contagios que también tiene repercusiones, muchas veces irreversibles, en la rehabilitación (deterioro y pérdida de capacidades) y en la inclusión social.
Desde el CERMI Galicia reclaman que se reestructure el programa de vacunación, teniendo en cuenta los ejemplos de otras comunidades autónomas en las que se vacunó al mismo tiempo a los equipos profesionales y personas usuarias de los centros de atención a la discapacidad, blindando de esta forma a los dos colectivos y convirtiendo a las asociaciones y centros en espacios seguros frente a la COVID-19.
Incumplimientos del plan vigente
Además, las entidades del CERMI Galicia denuncian incumplimientos y retrasos en el programa de vacunación vigente. Las doce entidades tienen detectados casos, en todas las áreas sanitarias, de vacunación no administrada tanto en personas usuarias y profesionales de recursos residenciales, personal sanitario, dependientes de grado III y mayores de 80 años (en este último caso, una situación comprensible debido al abastecimiento de vacunas aconsejadas para grupos de edad inferior).
El CERMI considera muy preocupante el avance por grupos de priorización cuando no se completó la inmunización de los que el propio programa considera de mayor urgencia y también la desigualdad y deficiencias detectadas en el sistema de planificación y de convocatoria para recibir la vacuna.
Situación ya denunciada
Varias de las plataformas miembro del CERMI Galicia han manifestado ya públicamente la necesidad de vacunar a los colectivos que representan, así como de cumplir con el plan establecido. Es el caso de Aspace Galicia, Cogami, Down Galicia, Salud Mental Feafes Galicia y Federación Galega de Dano Cerebral.
Además, el CERMI Galicia puso esta situación en conocimiento del conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, que respondió por carta que el plan gallego sigue la Estrategia Nacional de Vacunación, que fija como criterios de priorización la edad y la discapacidad. Sin embargo, la discapacidad solo se tuvo en cuenta a nivel residencial y del grado máximo, dejando a todo el colectivo de personas con grados I y II, o sin reconocimiento de discapacidad, en situación de exclusión.
Para el CERMI Galicia esta situación es inaceptable, máxime visto el anuncio por parte de la Xunta de Galicia de que se iniciará el proceso de inmunización de la población de entre 50 y 55 años.