El pasado 5 de octubre, representantes de la Comisión de Envejecimiento de Down Galicia, impartieron en el Máster de Psicogerontología de la Universidad de Santiago de Compostela una unidad didáctica sobre cómo envejecen las personas con síndrome de Down.
Durante las dos horas que duró su intervención, Sonia Caldas, gerente de la Federación, y Sandra Peña, responsable del área de vida adulta de Down Pontevedra Xuntos, explicaron al alumnado de este máster las características del proceso de envejecimiento de las personas con síndrome de Down, expusieron la situación actual del colectivo en relación con esta etapa vital y proporcionaron recursos, metodologías y estrategias básicas para su atención.
La Federación Down Galicia sensibiliza desde hace años al alumnado de las tres universidades gallegas sobre los beneficios que aporta la inclusión de las personas mayores con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales en el entorno natural, en beneficio de una atención integral que retarde el proceso de envejecimiento y permita detectar necesidades y prestar los apoyos necesarios incidiendo en la calidad de vida.
El envejecimiento de las personas con síndrome de Down
Envejecer es un proceso natural para todas las personas, pero no deja de ser una conquista para aquellas que tienen síndrome de Down. En la actualidad la esperanza de vida de las personas con esta alteración cromosómica se sitúa en torno a los 60 años.
Este logro viene derivado del estudio y del conocimiento exhaustivo de la realidad y necesidades del colectivo, dando lugar a una mejora exponencial de su calidad de vida y, muy especialmente, a una mejor y más especializada atención en el campo de la salud. Por supuesto, también por las mejoras en la atención social a través de entidades de apoyo, mediante las que se ha conseguido prevenir la dependencia y aumentar las cuotas de autonomía de las personas pertenecientes a este colectivo.
Pero la realidad es que las personas con síndrome de Down experimentan un proceso de envejecimiento acelerado, por lo que a partir de los 40-45 años comienzan a presentar rasgos típicos de la población envejecida.
Es por ello que es de vital importancia llevar a cabo un exhaustivo control médico que tenga en cuenta los problemas clínicos desde que son personas adultas hasta que envejecen, ya que, por un lado, será necesario adelantar la edad de aplicación de ciertos protocolos para pruebas diagnósticas y, por otro, será de especial relevancia el cuidado de la salud y la prevención de la dependencia y la salud mental.
El desconocimiento de la realidad de las personas con síndrome de Down en esta etapa vital genera muchas dificultades para la realización de diagnósticos que diferencien adecuadamente entre comportamientos o conductas propias de la persona con discapacidad intelectual, de otros que puedan indicar la presencia de alguna enfermedad mental o deterioro cognitivo. Hace falta, por lo tanto, introducir entre las medidas a llevar a cabo, una recogida de información sistematizada, objetiva y periódica que contribuya a la elaboración de un perfil de funcionamiento que ayude a detectar cambios significativos que puedan ser indicadores de la presencia de una enfermedad o trastorno.
Asumir que las personas con síndrome de Down vivirán muchos años implica introducir las medidas necesarias que contribuyan a alcanzar esta etapa vital con la mayor calidad de vida posible y que permitan planificar este momento de la vida de la forma más idónea.
Desde las entidades Down de Galicia creemos firmemente en que el modelo de vida inclusivo que promovemos, que garantiza la participación en entornos y servicios comunitarios, tendrá una repercusión positiva en el envejecimiento de las personas con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales.