La Fundación Down Compostela y la asociación Down Ourense participaron durante el pasado mes de mayo en sendas actividades de sensibilización dirigidas al alumnado de dos centros de formación profesional de su área de influencia.
Así, a comienzos de mes, Paula Fernández, usuaria del servicio de Empleo con Apoyo de la Fundación Down Compostela, compartió con el alumnado del Ciclo Superior de Integración Social del CIFP Compostela su experiencia en lo relativo a la inclusión sociolaboral. Acompañada por Aloia Lema y Beatriz Martínez, profesionales de la Fundación, explicaron los programas existentes en el Área de Formación y Empleo de la entidad y la metodología de trabajo a través de la vivencia personal de Paula.
Por su parte, Verónica Pardellas y Silvia Álvarez, usuaria y responsable del programa de empleo de la asociación Down Ourense respectivamente, acudieron al CIFP Portovello a presentar al alumnado del Ciclo Superior de Integración Social las ventajas de la metodología de Empleo con Apoyo y la experiencia de Verónica en empresas del entorno.
20 años con la metodología Empleo con Apoyo
Fue en el año 2002 cuando las entidades Down en Galicia comenzaron a desarrollar el programa Empleo con Apoyo, diseñado para atender específicamente las necesidades y barreras que las personas con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales encuentran a la hora de intentar acceder al mercado laboral ordinario.
Este modelo se basa en un sistema estructurado de apoyos y acompañamientos para guiar a las personas demandantes de empleo a través de todo el proceso de inserción socio-laboral y asegurar su correcta incorporación al puesto de trabajo. De este modo, las personas que se incorporan a un nuevo empleo cuentan con el apoyo de un preparador o preparadora laboral que se encarga de llevar a cabo una formación específica en el propio puesto de trabajo, para que la persona empleada pueda ir adquiriendo progresivamente una adecuada ejecución de las tareas. El apoyo también se centra en la potenciación de la interacción social con los compañeros y compañeras de trabajo y en la mediación en la relación con ellos para que se desarrolle de manera positiva y natural.
Se trata, en definitiva, de prestar a las personas con discapacidad intelectual los medios, los recursos y los apoyos necesarios que faciliten su participación en el mercado laboral de su comunidad de la misma manera que el resto de ciudadanos y ciudadanas, favoreciendo, de este modo, su incorporación o su estabilidad laboral y, de forma más extensa, su inclusión social.
Avalada por sus buenos resultados, esta metodología se está consolidando como una estupenda fórmula de inserción laboral para aquellos colectivos con más dificultades a la hora de encontrar un trabajo y supone una alternativa idónea a las fórmulas de empleo protegido, basadas en una filosofía claramente asistencial y concebidas con un carácter instrumental y no como perpetradora del cambio ni como solución final al problema.