EDUCACIÓN
MISIÓN|| ACTUACIONES DEL SERVICIO DE EDUCACIÓN
Desde DOWN GALICIA, consideramos que la inclusión en la escuela ordinaria es la vía más apropiada para conseguir el desarrollo formativo, psicológico y social de las personas con síndrome de Down. Sin embrago, la inclusión educativa no puede seguir un modelo único, sino que debe ser adaptado a las necesidades de cada persona. Asimismo, no es un fin en sí misma, sino un medio para conseguir el pleno desarrollo social y personal del individuo.
Si queremos conseguir el mayor grado posible de desarrollo y autonomía en los niños y jóvenes con síndrome de Down será necesario dinamizar, en sus años de escolaridad, experiencias educativas de calidad. Para eso, debemos optimizar los recursos existentes y tratar de conseguir un nivel importante de colaboración entre los agentes educativos (la familia, la asociación, la escuela), con el fin de no dejar ninguna de las áreas de aprendizaje sin abordar y de coordinar las acciones educativas que en los diferentes contextos se desarrollan.
El proceso de la reforma educativa plantea como finalidad última mejorar la calidad de la enseñanza, tarea que en buena medida está cifrada en conseguir que los centros puedan ofrecer una respuesta educativa de calidad, ajustada a la diversidad del alumnado escolarizado en ella.
El objetivo consiste en crear una comunidad que acoja las diferencias, utilice las diferencias entre los alumnos como elementos del currículo y respete esas diferencias en todos los aspectos del programa escolar. Aunque un alumno no aprenda nunca ciertos contenidos de alguna materia, sigue siendo fundamental que se le incluya, de forma que todos los alumnos puedan descubrir el respeto mutuo, el cariño y apoyo en una sociedad inclusiva.
UNA ESCUELA PARA TODOS debe ser capaz de responder diferencialmente a las necesidades individuales, sea cuál sea su grado de especificidad. Deber de ser capaz de adecuar recursos y metodologías a las características del alumno/a con necesidades educativas especiales. Para ello, será necesario establecer proyectos que actúen no sólo sobre la propia persona con síndrome de Down, sino que extienda su foco de atención a la totalidad de miembros que forman parte de la comunidad educativa.