Ir al contenido

Doce jóvenes de Down Coruña disfrutaron de una escapada de surf que superó todas las expectativas

Hace unas semanas, las personas participantes del programa de Ocio Autogestionado de Down Coruña vivieron una experiencia única que recordarán durante mucho tiempo. La escapada de fin de curso los llevó hasta la playa de Pantín, en Valdoviño, donde las olas se convirtieron en el escenario perfecto para cerrar el año con una aventura diferente.

 Surf, hospitalidad y nuevas experiencias

La escapada tuvo como base la Surf House de Pantín Surf Camp, una escuela oficial de la Federación Gallega de Surf que no solo les ofreció alojamiento gratuito, sino que también les brindó una clase de surf con monitores especializados. Para muchos de los 12 participantes, subirse a una tabla de surf era una experiencia completamente nueva que abordaron con curiosidad y valentía.

Los y las profesionales responsables del programa, Ana Canosa, Sabela y Alfonso, destacan la generosidad de Pantín Surf Camp y el trato excepcional que recibieron tanto las personas participantes como ellos mismos, sin faltar el más mínimo detalle.

La escuela de surf, ubicada en Ariño 5, Pantín, demostró que el deporte y la inclusión van de la mano. Los monitores adaptaron la clase a las necesidades de cada participante, creando un ambiente donde lo importante no era dominar la técnica perfecta, sino disfrutar del mar y la experiencia compartida.

 Más allá de las olas

Pero la aventura no se limitó al surf. El grupo también dedicó tiempo a conocer Ferrol, donde compartieron una comida que se convirtió en uno de esos momentos que consolidan las amistades y crean recuerdos duraderos. Pasear por la ciudad, descubrir nuevos rincones y simplemente estar juntos formó parte de esa autonomía que el programa de Ocio Autogestionado de Down Coruña busca potenciar.

Este tipo de escapadas representan la esencia del programa: acompañar a las personas mayores de 18 años en la creación de un grupo de socialización donde puedan tomar decisiones sobre su ocio, decidiendo dónde, cuándo, cómo y con quién participar en las actividades que les motivan.

 El valor de la colaboración

La colaboración con Pantín Surf Camp ejemplifica cómo las alianzas con entidades privadas pueden enriquecer las experiencias de las personas con síndrome de Down. Su compromiso fue más allá de lo esperado, ofreciendo no solo las instalaciones y la actividad, sino también esa calidez humana que convierte una actividad en una experiencia memorable.